en preparación: Theología Verde
Trees van Montfoort
Resumen
El primer capítulo, Teología y Sostenibilidad, aborda el papel de la teología en la crisis ecológica actual. Esta crisis es más profunda y nos exige mucho más que simplemente encontrar soluciones pragmáticas a problemas prácticos: la cosmovisión moderna juega un papel importante en su génesis. Con el auge de la modernidad cometimos el error de poner a los seres humanos en el centro de toda la realidad (antropocentrismo). Poco a poco nos fuimos acostumbrando a poner toda nuestra confianza en nuestras capacidades técnicas y en el crecimiento económico (el paradigma económico-tecnocrático). Como nuestra imagen actual del mundo está entrelazada con el cristianismo es razonable, según algunos, responsabilizar también al cristianismo de la crisis ecológica. La teología no ha tenido mucho éxito en contrarrestar esta acusación porque, como “conocimientos basados en creencias”, en la modernidad se ha limitado a centrarse en la relación entre Dios y los seres humanos, sin tener en cuenta el resto de la existencia. La teología será más relevante si vuelve a levantar la voz para el mundo entero.
El hilo común del segundo capítulo, La cosmovisión diferente de la Biblia, es una búsqueda por las cosmovisiones en los textos bíblicos. Con el objetivo de obtener una mejor comprensión de la cosmovisión implícito en los textos el capítulo aborda dos preguntas: ¿Cuál es ahí la relación entre Dios, los seres humanos y el mundo? Y ¿cuál es ahí la relación entre la creación humana y no-humana? Se pueden detectar algunos hilos comunes que también comprenden la imagen de Dios.
La Biblia contrarresta el estrechamiento/reduccionismo de la teología en la modernidad y revela una cosmovisión que es extremadamente relevante en las discusiones ecológicas actuales, debido a su carácter inclusivo. Su interés no se encuentra exclusivamente en las personas. Dios es de importancia central y está involucrado en toda la realidad. Dios crea y salva toda la tierra de la cual las personas son una parte importante. El concepto moderno de una historia de la salvación como modelo lineal crea una división demasiado grande entre creación y salvación. Según las Escrituras, el papel de los humanos en el todo tiene varios aspectos: los humanos deben hacer un uso cuidadoso de la tierra (gobernar, cultivar y guardar), participar en el coro de toda la creación cantando alabanzas a Dios y comportarse como discípulos. El tema de la creación aparece una y otra vez en las Escrituras, en diversas formas, a menudo vinculado con la Señora Sabiduría.
El capítulo tres, Cuestiones de ecoteología, plantea el surgimiento de la ecoteología y la resistencia contra ella, tomando los acontecimientos en los Países Bajos como un ejemplo de lo que sucede prácticamente en todas partes de Occidente. La perspectiva ecológica de la Biblia ha desaparecido involuntariamente en muchas exposiciones bíblicas, textos litúrgicos y sermones. ¿Cuáles son las fuerzas que se resisten a la perspectiva ecológica? El capítulo analiza la persistente resistencia contra evaluaciones positivas de la naturaleza en algunos círculos evangélicos-protestantes y se investiga la corriente antropocéntrica dominante tanto en la teología católica como en la liberal. Las expresiones “mayordomía” y “cuidado de la creación” son analizadas y evaluadas críticamente. Se revisa en profundidad la encíclica Laudato Si’ y un documento más antiguo de la Iglesia Reformada Holandesa, y se arroja luz sobre tres publicaciones recientes que abordan temas eco teológicos. Al final se da un resumen de los temas principales y la autora inicia a tomar una postura sobre los temas naturaleza, creación, tierra, personas y Dios.
En el capítulo cuatro, Perspectivas de la teología ecofeminista en todo el mundo, se presentan algunos ejemplos importantes de teología ecofeminista. El enfoque y las ideas de Ivone Gebara (católica romana y latinoamericana), Catherine Keller (protestante y norteamericana) y Elizabeth Theokritoff (griega-ortodoxa y europea) pueden dar nuevos impulsos a la ecoteología. Intento explicar su forma de pensar y comparar sus contextos con el contexto de Europa (occidental) y ofrecer algunas observaciones que puedan contrarrestar los términos demasiado dominantes “administración” y “cuidado de la creación”.
Empiezo con una breve introducción a la teología de Sallie McFague, una de las madres fundadoras de la teología ecofeminista. Dos de sus contribuciones más reveladoras han tenido un gran impacto en la teología ecofeminista. Primero, la conciencia de que el lenguaje acerca de Dios es siempre figurativo y la idea de que el mundo es el cuerpo de Dios. McFague también acuñó el término “Tierra-Otros” (Earth-Others) para la naturaleza no humana y criticó fundamentalmente el papel de la economía de mercado.
El gran atractivo de Ivone Gebara es su compromiso con la vida cotidiana de las mujeres pobres en América Latina, su particular interés en cómo llegamos al conocimiento (epistemología) y su imagen sorprendentemente inclusiva de las personas. Contrariamente a la teología y estructura patriarcal de su iglesia, ella desarrolla una imagen de las personas, de Dios y del mundo en la que estar relacionado es esencial. Encuentra inspiración en el movimiento de Jesús, apenas en la Biblia como tal y ciertamente no en la tradición.
Catherine Keller, por otra parte, entra mucho en diálogo con la Biblia y la tradición. Combinando esto con la filosofía y la física posmodernas, desarrolla una forma de teología de proceso ecofeminista en la que se considera que el mundo surge del caos y la creatividad. En este proceso interminable de llegar a ser, Keller compara a Dios con el atractor extraño de la física moderna.
Elizabeth Theokritoff sigue siendo fiel a su tradición ortodoxa oriental. Esta tradición está mucho menos influenciada por la modernidad que el cristianismo occidental. Los padres de la iglesia y la liturgia son sus fuentes más importantes para celebrar la presencia de Dios en cada criatura. El ascetismo es para ella la clave para abrir el camino a una vida cristiana y ecológica.
Evalúo sus opiniones separadas y evalúo su relevancia para una eco-teología europea. Completo este capítulo organizando un diálogo imaginario entre Gebara, Keller y Theokritoff.
El último capítulo, La cosecha, contiene un sucinto resumen del contenido del libro, y posteriormente extrae algunas conclusiones acerca de la cristología y la antropología. Considero el dogma de Nicea-Constantinopla una clave para una teología ecológica en el corazón de la iglesia y las creencias, porque mantiene unidos aparentes opuestos; Creador y creación, Dios y la materia son distintos, pero no divididos. Esto es importante para la teología ecológica ya que vincula no sólo a las personas sino al mundo entero en Cristo con Dios. El himno de Cristo de Colosenses 1 –Cristo como primogénito de la creación en quien todo fue creado– juega un papel importante en el desarrollo de una cristología ecológica. Cristo como Logos, así, como Palabra/Sabiduría, está presente en todas las cosas y todas las cosas están presentes en él. En la Cristología de la Sabiduría, los humanos se definen sobre todo como discípulos: discípulos de Jesús, parte del movimiento de Jesús y discípulos de la sabiduría de Dios en toda la creación.
Los servicios religiosos han desempeñado un papel en mi búsqueda de la teología verde. Entre los muchos momentos en los que se prueba y desarrolla la teología se encuentran La celebración de la liturgia y la reunión de sus miembros. Describo y evalúo un culto de la cosecha que celebré una vez y su preparación con miembros de la congregación local e invitados interesados.